CARACAS.- Venezuela comenzó 2013 con la mayor incertidumbre sobre la permanencia de Hugo Chávez en el poder. Y el 10 de este mes, la fecha en la que el Presidente debe ser investido, no parece que vaya a despejar esa duda, sino todo lo contrario: abre más interrogantes.

Al apagarse los fuegos artificiales, la transición al año nuevo trasladó las expectativas al día de la jura, pero las circunstancias pueden colocar a los venezolanos ante nuevas elecciones. La Constitución establece la fecha como el fin de un período presidencial y el comienzo de otro. Esta vez las condiciones políticas se tornan complejas, debido a que Chávez fue operado el 11 de diciembre en La Habana por la recurrencia del cáncer, sin que se conozcan detalles precisos sobre su alcance, más allá de los informes del Gobierno que en cada entrega aumentan la preocupación.

En las primeras horas de este año, los venezolanos viven nuevamente la incertidumbre de junio de 2012, cuando estaba en duda la inscripción del mandatario para la reelección por su enfermedad. La oposición alega que si no jura ante la Asamblea Nacional (Congreso), deberá declararse su ausencia absoluta, asumir el mando el titular del Poder Legislativo, hasta ahora el chavista Diosdado Cabello, y convocar a nuevas elecciones en 30 días.

Pero Cabello aclaró que la Constitución no especifica lugar o fecha para que Chávez sea investido, lo que podría hacer incluso ante el Tribunal Supremo de Justicia. También se especula con una prórroga para la investidura de hasta 180 días, para lo cual se deberá presentar un informe médico. Aunque el oficialismo lo ha negado, existen versiones de una pugna interna entre Nicolás Maduro, abanderado en la sucesión, y Cabello, que tiene ascendencia en los cuarteles militares. En ese contexto, el diputado opositor, Carlos Berrizbeitia, recordó que "antes del 10 de enero está el 5 de enero", cuando la Asamblea designará a su nueva directiva y se definirá si Cabello seguirá presidiéndola.

El asesor de la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), Luis Izquiel, advirtió: "esta crisis política se presenta en un año que se vislumbraba lleno de grandes dificultades económicas y sociales".